miércoles, 2 de diciembre de 2009

La batalla de Narva


La Batalla de Narva fue una de las primeras batallas en la Gran Guerra del Norte en la cual el ejército Sueco del rey Carlos XII venció al ejército ruso del zar Pedro el Grande en Narva. El resultado de la batalla fue una contundente victoria sueca basada en razones tácticas.


La batalla


El 30 de noviembre de 1700 (calendario gregoriano) la fuerza principal de 8.140 hombres bajo el mando del rey Carlos XII contratacó al ejército ruso que sitiaba la fortaleza sueca (ahora en Estonia) de Narva. La fuerza sueca principal fue asistida por alrededor de 2.500 hombres al interior de la fortaleza. El ejército ruso estaba en superioridad numérica, disponiendo de cerca de 37.000 hombres. Fuentes suecas refieren que los rusos disponían de 80.000 a 100.000 hombres; esto pudo ser un número razonable, si se incluye el apoyo de civiles rusos, de las esposas de los soldados y de sus familias.


El ejército sueco estaba comandado por el rey mismo, asistido por el general Carl Gustav Rehnskiöld, y el ejército ruso, compuesto mayormente por campesinos sin preparación ni experiencia militar, estaba a cargo de Charles Eugène de Croÿ. El zar Pedro I había abandonado el lugar unos días antes.


El ejército sueco entró en acción al mediodía, protegido por una ventisca que soplaba hacia los rusos, cegándolos. Los suecos se lanzaron a través de las líneas rusas, sembrando el pánico. La comunicación rusa también estaba obstaculizada por la dificultad que los oficiales -la mayoría de los cuales eran extranjeros- tenían en la retransmisión de órdenes a los soldados rusos.

Las bajas fueron relativamente altas para ambos bandos, pero la batalla fue una gran victoria sueca. Suecia perdió solamente a 667 hombres (casi un 7%) y el ejército ruso perdió cerca de 15.000 hombres, muchos de los cuales huyeron del campo de batalla, sólo para ahogarse en Río Narva.


Consecuencias


Los suecos habían ganado la batalla, pero no la guerra. Esta gran derrota fue una de las razones por las que Pedro I decidió seguir su programa de reformas, modernizando la maquinaria militar rusa. En apenas algunos años, el nuevo ejército ruso sería un opositor mucho más eficiente.
A la larga, el perdedor fue Carlos XII. En vez de perseguir a los rusos, como le aconsejaban sus generales y diplomáticos del parlamento sueco, decidió volverse contra la Mancomunidad Polaco-Lituana, pese a existir una tregua. Durante los años siguientes, Carlos XII obtuvo varias victorias destronando al rey polaco, Augusto II y colocando a Estanislao I Leszczynski en su lugar.


Tras esta pausa, el zar Pedro reclutó un reformado ejército que derrotó finalmente a los suecos en la batalla de Poltava, lo que terminó con la hegemonía del Imperio sueco en el Báltico, papel que asumiría a partir de entonces el Imperio ruso.

lunes, 5 de octubre de 2009

¿que es política?
























La política, que dice relación con el ejercicio del poder, viene del griego "polis" o ciudad. Hoy por hoy, la única manera de ejercer poder y de gobernar los designios de los países, es por medio de la política (en cuanto a naciones democráticas).


La política, es la fuerza que mueve las naciones. Ya que todas las circunstancias o decisiones importantes, pasan por una movida política. Y es que todo gobierno democrático, depende de la política, para poder ejercer autoridad y tomar decisiones en pro de los ciudadanos.

Como se mencionó, la política tiene relación con el ejercicio del poder, el cual, debe conllevar el bien común de las personas. Ya que la política, es una rama más de la ética. La cual se estudia, para enderezar los actos humanos. Para poder discernir entre lo que es correcto y lo que no lo es. Es por lo mismo, que la política, pertenece al rango de estudio de la ética. Ya que la política, se realiza mediante actos humanos, libres y voluntarios. Y al ser parte de las ramas filosóficas, la política debe de tener un fin último. Y este según Tomás de Aquino, es el bien común. Distinto al bien público. Ya que el bien común, busca el bien del todo y de cada todo. Esto, ya que al ser humano, se le considera un ser intrínsecamente digno. Por ende, se le debe considerar como un universo en sí o un todo. Y al estar la sociedad compuesta de diversos todos, pues bien, la política busca el bien de todos esos todos, en un todo que es la sociedad.
Los padres de la política, son los griegos, y la cuna de la misma es la ciudad de Atenas. Ya en el siglo V a.d., los griegos practicaban la política. Donde el régimen imperante, era la democracia plena. O sea, el pueble, era quien manejaba los hilos de la nación. Es por ello que se crearon las Acrópolis, o ciudadelas, donde las personas del pueblo, tomaban en votación directa, las decisiones concernientes a la administración de la ciudad. Practica, que se fue desarrollando de manera paulatina, hasta que los romanos, tomaron como régimen, las repúblicas. Sociedad democrática, si se le quiere decir, en la cual participaba el pueblo, bajo la representación de los senadores del pueblo. Quienes velaban por la toma de decisiones, con respecto a todo concerniente a la administración de Roma.
En la política, siempre se debe de velar, por el bien común. El bien del todo. Por lo mismo, es que los medios a utilizar en la política, son fundamentales. Ya que no pueden estar viciados. No da lo mismo, el tipo de medio que se utiliza en política, para llegar al fin. No se debe de pensar en la política, como la concepción de Maquiavelo. O sea, el fin justifica los medios. En política, aquella consigna no puede o no debe operar. Ya que si los medios para llegar al fin, son intrínsecamente malos, pues bien, el fin por más bueno que sea, se encontrará viciado.


Por lo mismo, las autoridades electas, deben ser escogidas por tener una trayectoria recta, dentro de la política. Deben ser personas a las cuales se les pude imitar, por el resto de la sociedad. Una muestra de rectitud y decencia frente al la ciudadanía. De otra manera, con personas o autoridades corruptas, que vician los medios y que ejercen de manera incorrecta la potestad que les ha entregado el pueblo, el camino seguro, será a una corrupción generalizada del fin de la política. No existirá bien común, sino que bien para algunos, para aquellos cercanos a esas autoridades.


Es así, como al menos se entiende la política en las naciones democráticas. Ya que la democracia, es el gobierno del pueblo. O sea, los ciudadanos eligen de manera constante a las autoridades, que los van a representar. Pero esa representatividad, es en beneficio de los electores y no de mutuo propio. Es por lo mismo, que en la política, se debe de estar informado y al tanto, de esta misma en cuanto a todas sus aristas.


Ahora, los llamados a ejercer la política, son los partidos políticos. Grupos organizados de personas, que buscan por medio de la legalidad, ejercer el poder en un país. Por ende, son estos partidos políticos, que ejercen la política, los llamados a ofrecer las diversas autoridades, que el pueblo irá a escoger, para que los represente. Y son estas autoridades, especialmente las del gobierno ejecutivo, quienes ostentarán, el uso de la fuerza legítima, ya que ha sido el pueblo, quienes con su votación, les ha entregado el uso de la misma. Por ello es que se dice, que el gobierno, utiliza la fuerza legítima, ya que está legitimada por el pueblo, mediante las elecciones.

viernes, 11 de septiembre de 2009

ETT, prevén que el paro afecte al 30% de la población activa en Canarias a final de año.


ETT prevén que paro afecte al 30% población activa en Canarias a final de año
Las Palmas de Gran Canaria, 11 sep (EFE).- La Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal y la consultora Analistas Financieros Internacionales estimaron hoy que el paro afectará a entre un 28 y un 30 por ciento de la población activa en Canarias a finales de 2009 y a más del 20 por ciento de la española.
Así lo manifestaron en la presentación del boletín "Avance del Mercado Laboral" el presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), Francisco Aranda, y el socio director del área económica de Analistas Financieros Internacionales (AFI), José Antonio Herce.
"En los próximos trimestres, por no decir años, la economía canaria tendrá dificultades serias para crecer de manera significativa, por encima del uno por ciento, yo que se si en 2011, y hasta cierto punto podría decir lo mismo de la economía española", afirmó el economista José Antonio Herce.
Pese a augurar que en 2010 la economía española va a seguir "cayendo", Herce auguró que en el segundo semestre del próximo año el paro registrado "empezará a disminuir", lo que permitirá que se produzca un "crecimiento de la actividad y de la productividad".
A su juicio, la diferencia de la actual crisis económica con la que se produjo en 1993 es que aquélla la ocasionó una "recesión convencional en forma de U" y a ésta se ha sumado "una restricción crediticia que es complicada de superar".


José Antonio Herce auguró que el próximo mes de noviembre España tendrá 18,6 millones de ocupados, frente a los 18,6 millones registrados el pasado mes de agosto, lo que implicará, afirmó, que entre junio y noviembre haya 350.000 empleos menos y que en noviembre se registren 1.250.000 ocupados menos que los que se contabilizaban en el mismo mes de 2008.


El economista destacó que el crecimiento del paro en España ha originado que el número de beneficiarios de prestaciones por desempleo, tanto contributivas como asistenciales, aumente en 900.000 efectivos hasta llegar a los 2,7 millones y consideró que éste es uno de los "rasgos más preocupantes de la recesión laboral, sobre todo por el peso que tienen las prestaciones asistenciales".


Herce destacó que el 80 por ciento de la cobertura de la prestación se concentra en tres comunidades: Andalucía, Extremadura y Cataluña y recordó que en las dos primeras se percibe el subsidio agrario, hecho que explica.


Por su parte, el presidente de la AGETT, Francisco Aranda, apeló a la diligencia del Gobierno español para que transponga cuanto antes, pese a que, desde su aprobación, a finales de 2008, tiene un plazo de tres años para hacerlo, una directiva europea que permitiría a estas empresas gestionar contratos indefinidos, en lugar de exclusivamente temporales, como ocurre hasta ahora, y en más sectores, como la sanidad, la construcción o las administraciones públicas.
"Este año se destruirá en España el doble de empleos que en 2008 y somos capaces de ayudar al Gobierno, como lo estamos haciendo en Europa", afirmó Aranda, quien manifestó que se ha reunido con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, para solicitarle la trasposición de esta directiva.


"No tomando esas medidas estamos perjudicando a los desempleados en España, que tienen una herramienta menos que los parados en Francia para integrarse en el mercado de trabajo, que además es gratuita, por lo que no tiene sentido que se mantenga esta restricción", aseveró Aranda.


Respecto al trabajo que desarrollan los servicios públicos de empleo en cada comunidad autónoma, Francisco Aranda consideró que "el servicio público de empleo estatal sólo hace políticas pasivas de empleo" y aseguró que algunas autonomías "de todos los partidos políticos" han pedido colaboración a la asociación que representa.


"Estamos totalmente de acuerdo con que los servicios públicos de empleo sean la espina dorsal de la gran malla de apoyo al empleo, en la que no solamente tiene por qué estar el servicio público, también pueden estar otros colaboradores, convenientemente regularizados y tutelados por los servicios públicos de empleo, que ayuden y colaboren con ellos, como se está haciendo en toda Europa, no entendemos por qué no se está haciendo aquí", aseveró. EFE

viernes, 4 de septiembre de 2009

la muerte de Virgilio de Hermann Broch


LA MUERTE DE VIRGILIO DE HERMANN BROCH"Der tod des Vergil" 1958Ed Alianza literaria, 2000 , 489 pág.
Broch inventa , imagina, los últimos momentos de la vida de Virgilio. Aquel doloroso atardecer en Brindis,aquella alucinada noche, la madrugada entre ilusiones, la mañana fatídica de aquel día...Virgilio sueña, suspira, delira, imagina que toda su vida, su poesía, sus íntimos secretos, sus descaradas verdades, reviven por un momento entre las calenturas de la enfermedad y los últimos esfuerzos por vivir o dejar la vida como él hubiera querido.
Y tales secretos, tales verdades, tales delirios, salen , en las páginas de Broch, como un volcán de imágenes, como un torrente poético que, casi como una declamación pública, acaso un último intimo recital, rebosa las páginas, las deslinda, para dibujar el cuadro de un ocaso grandioso. El crepúsculo de una vida destinada a sobrevivir a su propio dueño.La prosa poética de Broch describe apenas unas horas, el último suspiro del alma de Virgilio, los delirios de la enfermedad que van y vienen de entre la inconsciencia a la frágil realidad, y narra, en una mezcla de deslumbrado monologo interior y de postrero narrador omnipresente, el desvelo inquieto de la presencia de la muerte, y con ella el fin de sus sueños y el comienzo de sus preocupaciones por su obra, por su "Eneida" inacabada - imperfecta-. por Roma, por el arte, por la verdad...
EL momento en el que se cruza el presente doloroso y el pasado amable.El libro es dividido por el propio Broch en cuatro partes: Agua (el arribo): el último contacto de Virgilio con el pueblo, las calles de Brindis, los porteadores, los gritos de la gente, lo humano... Fuego (el descenso): la noche en el palacio del Cesar, la vigilia entre la vida y la muerte, lo humano y lo sobrehumano, lo real y lo irreal, el sueño y el delirio, el ser y el no ser. La Tierra (la espera): el último contacto con sus amigos, la postrera conversación con el Cesar Augusto, sobre Roma , sobre el arte, sobre la política, sobre su intención de destruir "la Eneida". Eter (el regreso) el fin. el ascenso al otro destino, acompañado de caras conocidas, de sitios reconocidos, por lugares sospechados, el "orto", por aguas aplacadas...
La intención superior de la obra de Broch, la clave que sostiene el arco de su creación, es la necesidad de describir la razón por la que Virgilio quería destruir " la Eneida": Sabiendo que iba a morir sin acabar su obra, exige que desaparezca, que no muestre el arte imperfecto, que no le señale como autor. Duda sobre su propio arte, adivinado en sus horas más sombrías como algo falso, como algo inútil, lejano a la verdad, que se sostiene por amamantarse a sí mismo , " el arte por el arte". Y a ello no se inclina, no quiere dejar esa obra como legado al futuro o a la propia Roma. Consciente de su propia eternidad, aun así no quiere que por ello deban recordarlo.
Sólo Augusto, puede exigirle que no destruya esa obra, que es la propia historia de Roma y en realidad algo que ya no le pertenece. Esa última conversación entre los dos, versará sobre lo que significa la obra, y por ello Roma, y por lo tanto Augusto; y con él: el pueblo, la política, el estado, y la verdad de todo ello."La muerte de Virgilio" no es una obra fácil de leer. No es una novela al uso: el espacio y el tiempo solo cambian en las ensoñaciones poéticas de Virgilio, volando entre los recuerdos de infancia para volver al presente, saliendo de su vigilia para ver a viejos amigos, apenas en un instante. Pero nada se mueve, nadie sale de las paredes de aquel palacio de Brindis, acaso algún fantasma del pasado, alguna alucinación corpórea. "La muerte de Virgilio" es para leerlo con pausa, abstraerte y concretar la procesión de imágenes e ideas que pueblan las páginas del libro. Donde aparecen tres realidades: lo escrito -la prosa poética-, las ideas -lo abstracto-, la vida de Virgilio -el pasado-.
Broch elabora un libro donde domina toda los aspectos históricos o ficticios de la época y del lugar, su obra -la poesía y su sentido- , los aspectos políticos, morales y sociales de aquel momento. Para entenderlo, también, hay que conocer dichos aspectos, pero no sólo, la novela como tal es una magnífica obra de arte, donde nada ha sido puesto al azar y donde aparecen momentos de excelencia de la literatura.





http://wineruda-literatura.blogspot.com/



Cántico por Leibowitz de Walter M Miller (crítica literaria)



CÁNTICO POR LEIBOWITZ DE Walter M. Miller
A Canticle for Leibowitz (1959)Punto de lectura, 2007 , 428 pág.
A quien piense que la ciencia ficción es un genero menor de la literatura, este libro le hará cambiar de opinión. Hijo de su época y ,supongo, que reflejo de todas ; habla del mundo, de la destrucción, del holocausto nuclear, de todos los temores que afligieron y afligen, en mayor o menor media, a la humanidad a lo largo de las últimas décadas. Pero también habla del propio hombre como tal , desnudo, con sus dudas, problemas, creencias, desgracias o estupidez.
Miller, cuenta la historia de la supervivencia del saber tras una destrucción nuclear tras la gran guerra aniquiladora. Unos monjes (La orden Albertiana de Leibowitz) , mantienen mediante la trasmisión oral y la copia a papel , el poco conocimiento que ha sobrevivido al holocausto y a la venganza de la gente "simple" contra los causantes de este. Mantienen y guardan en secreto todas las migajas de saber que han podido recuperar, siguiendo las enseñanzas del futuro santo: Leibowitz.
La historia de los monjes y su abadía, será el eje y el fin por el que transcurren las tres historias que componen el libro: Fiat homo, Fiat lux y Fiat voluntas tua. Separadas por el transcurrir de 6 siglos en cada una. Las personas cambian, las formas cambian, pero la lucha por el poder, la depredación no se altera, sigue como ha seguido siempre, y continuará haciendo. La muerte sobrevuela, como buitre esperando la carroña, el paso de los siglos.
¿Mantener el conocimiento para la humanidad?¿es esta capaz de aprender?¿de redimirse? ¿ de recordar? ¿sabe reconocer los caminos por los que ha transitado?¿sabe mudarse a tiempo? En todo el tiempo que transcurre , en los 1800 años que la novela va reconociendo la historia, hay elementos inmutables, parece que sobreviven al tiempo, son ejemplos de que siempre hay algo que perdura, sea la conciencia humana, o sea la propia inconsciencia de lo civilizado, sea en cuestiones morales, religiosas , éticas o políticas .
Miller lleva la historia de manera simple, ni da rodeos, ni los busca; ni busca prosa alternativa, ni maravillosas imágenes, sólo cuenta una historia: cruel a veces, simple otras, realista las más. Jugando, sólo, con el carácter cristiano de los personajes principales, que vinculan la historia a un ambiente conocido, A su alrededor pasea el horror, algunas veces, otras la política, otras la ambición, otro el puro despotismo, otras veces la cordura... Nada se detiene en la simple muralla defensiva de la abadía, por allí penetra , a veces invade, todo lo humano; las islas, sin cerco notable, existen sólo en el mar. Y por ello el libro es un reflejo de todo lo que ocurre alrededor, no es una historia de monjes, es una historia del mundo. Condenado, como Sísifo, a repetir su camino una vez concluido, una y otra vez, una y otra vez.
Es una novela inteligente, el paso del tiempo entre relato y relato, lo aprovecha para mostrar como hacen cambiar las décadas una historia, como se forman los mitos, como nacen los santos -o los demonios- bajo la perspectiva manoseada del hombre, bajo la marea cambiante de la propia leyenda. La ironía trepa por todos los relatos; la estupidez humana aparece desnuda en cada cambio de la vida, en cada supuesto, en cada proposición para el futuro.
Desde viejos inmortales, nómadas, engendros de la naturaleza, pasando por viejos gruñones, por abades inmutables, novicios ilusionados, sabios rencorosos, por viejas vendedoras, déspotas mandatarios, o médicos sin escrúpulos, la novela repasa un sin fin de caracteres , para conformar una obra del todo recomendable.

jueves, 13 de agosto de 2009

¿Que mira Obama?


La imagen del presidente estadounidense Barack Obama, en el marco de la cumbre del G-8, comenzó a despertar suspicacias sobre dónde apuntaba su mirada el mandatario.
Si bien no hay certeza respecto de dónde apuntaban sus ojos, que podría estar mirando los escalones, la foto comenzó a circular y a generar comentarios sobre la envidiable silueta de la mujer que aparece en la imagen.


La joven es brasileña y su nombre es Mayara Rodrigues, que tiene apenas 17 años, y es quien hizo girar la cabeza del presidente en la cumbre del G-8 que se desarrolla en Italia.
En un momento de distracción, el jefe de Estado fue fotografiado mirando a la joven, representante de Unicef, la fundación de Naciones Unidas para la infancia.


Maraya forma parte de un grupo que divulga los derechos de niños y adolescentes con el objetivo de garantizar una vida digna para jóvenes que viven en comunidades carenciadas. Su sueño es estudiar servicio social para ayudar no sólo a su comunidad, sino a todas las que viven en situaciones semejantes.


La fotografía fue tomada durante los preparativos para la foto grupal de los líderes del G-8, mientras cada uno se disponía a ubicar el lugar designado acompañado por sus delegados y asistentes.

jueves, 23 de julio de 2009

viernes, 3 de julio de 2009

Rasputin




Grigori Rasputín
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Para otros usos de este término, véase Rasputín (desambiguación).
Grigori Rasputín

Nombre
Grigori Rasputín

Nacimiento
22 de enero de 1869Pokrovskoie, Rusia

Fallecimiento
29 de diciembre de 1916 (47 años)Petrogrado, Rusia
Grigori Yefímovich Rasputin fue un místico ruso con una gran influencia en los últimos días de la Dinastía Romanov. Nació en Pokrovskoie el 22 de enero de 1869 y falleció en Petrogrado el 29 de diciembre de 1916.

En ruso su nombre completo es Григорий Ефимович Распутин (Grigoriy Yefimobich Rasputin). Aunque tradicionalmente en español es más conocido como Rasputín, la pronunciación correcta en ruso, es Raspútin. También fue conocido como «el Monje Loco».
En su lugar de origen pretendía darse la apariencia de Jesucristo y tenía fama de sanador mediante el rezo, razón por la cual y gracias a una amiga de la zarina llamada Anna Virúboba, en 1905 fue llamado al palacio de los zares para curar la grave enfermedad de su hijo único Alexis Nikoláyevich, que padecía de hemofilia.
El zarevich efectivamente mejoró —algunos investigadores sostienen que fue mediante hipnosis— y la familia Romanov, especialmente la zarina Alejandra, cayó bajo la influencia de este controvertido personaje.
Contenido[ocultar]
1 Primeros años
2 Influencia en la monarquía rusa
3 Asesinato de Rasputín
4 Personalidad
5 Referencias
6 Véase también
7 Bibliografía relacionada
8 Enlaces externos
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Primeros años [editar]

Retrato de Rasputín.
Rasputín nació en la region de Tobolsk (actual Óblast de Tiumen) en un pequeño pueblo llamado Pokrovskoye, cerca del río Tura.

Creció de manera salvaje en los campos de Siberia. No tuvo ninguna formación académica y desde muy joven se dedicó al oficio de cuatrero (es decir, ladrón de ganado). Cuando tenía alrededor de 18 años se marchó a meditar al monasterio de Verkhoturye, aunque también es posible que fuera enviado allí como pena por robar.
Su experiencia durante los 3 meses escasos que permaneció en el recinto claustral, junto con una visión de la Virgen que presenció a la vuelta del monasterio, le llevaron a convertirse en un místico. Ingresó poco después en una secta cristiana condenada por la iglesia ortodoxa conocida como khlysty (flagelantes).

Los khlysty creían que para llegar a la fe verdadera hacía falta el dolor. En las reuniones de esta secta las fiestas y orgías eran constantes y Grigori se convirtió en un acérrimo integrante. El ingreso en esta congregación marcó al profeta siberiano de por vida, y explica la notoria vida sexual que tuvo en años posteriores y que acabó ennegreciendo su reputación de hombre santo.
Tras abandonar la secta conoció a un iluminado llamado Makariy, el cual ejerció una enorme influencia sobre Rasputín. En el año 1889 se casó con Praskovia Fyodorovna Dubrovina con la que tuvo tres hijos: Dmitri, Varvara, y María. Se sabe que engendró más vástagos con otras mujeres. En 1901, se marchó de su región natal y se hizo peregrino. Estuvo dos años viajando por tierras eslavas, Grecia y Tierra Santa. Aprendió mucho de historia, esoterismo, teosofía, viejas religiones y tradiciones.

En 1903 vuelve de nuevo a Rusia. Deambula por las calles de San Petersburgo siendo considerado como un adivino popular y empezó a albergar el objetivo de relacionarse con la familia real.

Influencia en la monarquía rusa [editar]
Rasputín con sus admiradoras en 1914.



Muy atacado por cortesanos y nobles que se sintieron sobrepasados en sus intereses, los rumores que propagaron sirvieron de alimento para los revolucionarios. El zar sólo le toleraba en la medida que la zarina lo aceptara, aunque no había decisión del zar que no pasara por la supervisión de él.
Durante la Primera Guerra Mundial fue acusado de ser un espía alemán y de influir políticamente en la zarina, que era de ascendencia alemana, en sus nombramientos ministeriales cuando el zar estuvo ausente por la guerra. Este hecho fue desastroso para la permanencia del régimen zarista.
Considerado amigo íntimo del zarevich Alexei Nicolaevich y su «médico» personal ya que éste le proporcionaba una especie de «hipnosis curativa» y le ofrecía la seguridad que su sobreprotectora madre no podía ofrecerle, el futuro de la dinastía Románov estaba en sus manos. Si él no salvaba de la muerte al hemofílico zarevich la especulación sobre el heredero al trono quedaba abierta.
Gracias a esas aparentemente milagrosas curaciones la zarina Alexandra confió ciegamente en el curandero, ya que las pruebas de sanación que le producía a su hijo eran inexplicables. Confió también en los vaticinios del monje sobre los destinos de la santa Rusia, a la cual veía Rasputín en sus visiones «envuelta en una nube negra e inmersa en un profundo y doloroso mar de lágrimas».

Asesinato de Rasputín [editar]
El príncipe Félix Yusupov (que según se dice era un homosexual atraído por Rasputín) y el primo del zar, el gran duque Demetrio Románov decidieron finalmente asesinarle en Petrogrado la noche del 29 al 30 de diciembre de 1916 para acabar con su influencia sobre la princesa alemana.[1]
Finalmente, tras varios intentos previos de acabar con él, Rasputín murió 24 días antes de haber cumplido los 48 años de edad. El príncipe Yusúpov escribió posteriormente un relato en donde contaba punto por punto los sucesos ocurridos en la última noche de Rasputín. Pues, al parecer el monje ruso primero fue envenenado y más tarde tiroteado, y cuando lo creían muerto, envolvieron su «cadáver» en una alfombra y lo tiraron al río Neva. Pero luego, en la autopsia, se descubrió que murió ahogado.
Investigaciones recientes, ofrecen la versión de que para el asesinato de Rasputín, se contó con la participación de los servicios secretos británicos, en donde un agente que residía por entonces en Petrogrado, llamado Oswald Rayner, bajo el mandato de otro agente, llamado John Scale, participó directamente en el asesinato de este personaje.[2]

Personalidad [editar]
Rasputín llevaba en su juventud la vida típica de un campesino siberiano, hasta que sufrió su «conversión».
Era un hombre muy alto de estatura, de hábil y elocuente poder oratorio, personalidad abrumadora, de aspecto un tanto tosco, grosero a veces, violento, tenía una mirada muy penetrante y era poseedor de un carisma profundo. Amaba y odiaba efusivamente. Era un actor soberbio y convincente, se sabía poseedor de estas habilidades y las usó inteligentemente en su provecho.
En su época había rumores de que era una persona licenciosa y de que se le había visto numerosas veces borracho y en compañía de prostitutas. Sus relaciones con sus discípulos, sus visitas de alcoba, en su mayoría mujeres de la alta sociedad rusa, también eran polémicas. Una de sus máximas era: «Se deben cometer los pecados más atroces, porque Dios sentirá un mayor agrado al perdonar a los grandes pecadores». Sin embargo los historiadores no han encontrado pruebas concluyentes que afirmen esta vida licenciosa. Independientemente de su veracidad, esta reputación ha sido trasladada a varias biografías, películas e incluso canciones.

viernes, 19 de junio de 2009

los burgueses y el trabajador.


Articulo por J.V.G.

Antes que nada veamos lo que significa Burguesía

Burguesía es un término utilizado principalmente en la economía política, y también extensivamente en sociología e historia.


La palabra de origen francés describía originalmente a los habitantes urbanos (característicamente mercaderes o artesanos en la edad media tardía).

La burguesía es una clase social como la entiende la economía política y el marxismo. Es decir, un grupo social que puede identificarse por su papel en un modo de producción, caracterizado por una posición en las estructuras de producción y por establecer relaciones de producción específicas con otras clases.


En el caso de la burguesía se caracteriza por poseer medios de producción y, gracias a esto, establecer una relación de explotación con el proletariado, que al no poseer estos medios debe vender su fuerza de trabajo a la burguesía. La relación de explotación entre burguesía y proletariado permite la acumulación de capital por parte de la burguesía que caracteriza al capitalismo.


En esta era del bienestar universal dominada por la figura del burgués, esta dejando atrás su periodo titánico, sin duda las riendas las han tomado los nuevos señores del poder material, los "grandes capitalistas". A ello se agrega en la postmodernidad el surgimiento de una sociedad hiperindividualista, narcisista y hedonista, que rechaza sorbre todas las cosas la doctrina del sacrificio, la equidad y la JUSTICIA COMÚN. Los burgueses destruyen toda genuina grandeza y toda ""politica universal de gran estilo"".


La domesticación burguesa e hiperindividualista de la técnica produce que el "último hombre" disponga de grandes medios que contrastan con su mediocridad. Un hombre despierto desconfiado un denigrador nato de todos los tipos superiores y de todas las ideas superiores. Ante esta hegemonia de los valores de los esclavos, resulta indispensable la labor de los POETAS, pues sólo con la imaginación que otorga su fuerza básica a las acciones el mundo de la técnica podrá revitalizarse, si accede al reino de las musas. El burgués en contraposición al trabajador, solo razona de manera utilitarista.

Pretende recibir lo más posible de la vida y darle lo menos que pueda. Por encima de todos los valores sitúa el de la seguridad. Su seguridad.



Durante siglos, se ha encerrado en los castillos fortificados y los grandes burgos.

Ha visto en las grandes ciudades los "centros ideales de seguridad". Movido por su temor y la envidia, buscando el provecho y el reposo, continua todavia hoy atrincherandose contra la vida.

El trabajador no tiene tiempo de vivir. Solo es una consecuencia de su existencia, sometido por la dinamica capitalista.

Nuevas ocupaciones sustituyen a las viejas costumbres; una esperanza despierta a otra y una ambición llama a otra ambición. NO SE BUSCA EL FIN DE LAS DESGRACIAS, SINO QUE SE CAMBIA DE ASUNTO .

sábado, 13 de junio de 2009

Centauros





Centauro
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Para otros usos de este término, véase Centauro (desambiguación).

Centauro luchando contra un lápita (detalle del Partenón.)En la mitología griega, los centauros (en griego Κένταυρος Kentauros, ‘matador de toros’, ‘cien fuertes’, plural Κένταυρι Kentauri; en latín Centaurus/Centauri) son una raza de seres con el torso y la cabeza de humano y el cuerpo de caballo. Las versiones femeninas reciben el nombre de centáurides.

Vivían en las montañas de Tesalia y eran hijos de Ixión y Néfele, la nube de lluvia. Alternativamente, se les consideraba hijos de Kentauros (el hijo de Ixión y Néfele) y algunas yeguas magnesias, o de Apolo y Hebe. A veces se cuenta que Ixión planeaba mantener relaciones sexuales con Hera pero Zeus, su esposo, lo evitó moldeando una nube con la forma de Hera. Puesto que Ixión es normalmente considerado el ancestro de los centauros, puede hacerse referencia a ellos poéticamente como Ixiónidas.

Los centauros son muy conocidos por la lucha que mantuvieron con los lápitas, provocada por su intento de raptar a Hipodamía el día de su boda con Pirítoo, rey de los lapitas y también hijo de Ixión. La riña entre estos primos es una metáfora del conflicto entre los bajos instintos y el comportamiento civilizado en la humanidad. Teseo, un héroe y fundador de ciudades que estaba presente, inclinó la balanza del lado del orden correcto de las cosas, y ayudó a Pirítoo. Los centauros huyeron. (Plutarco, Teseo, 30; Ovidio, Las metamorfosis xii. 210; Diodoro Sículo iv. 69, 70.) Escenas de la batalla entre los lápitas y los centauros fueron esculpidas en bajorrelieves en el friso del Partenón, que estaba dedicado a la sabia Atenea.

Como la Titanomaquia, la derrota de los Titanes por los dioses olímpicos, las contiendas con los centauros representan la lucha entre la civilización y el barbarismo y es conocida como Centauromaquia.

El personaje general de los centauros es el de seres salvajes, sin leyes ni hospitalidad, esclavos de las pasiones animales. Dos excepciones a esta reglas son Folo y Quirón, que expresaban su «buena» naturaleza, siendo centauros sabios y amables.






Entre los centauros, el tercero con una identidad individual es Neso. El episodio mitológico del centauro Neso raptando a Deyanira, la prometida de Heracles, también proporcionó a Giambologna (1529-1608), un escultor flamenco que trabajó en Italia, espléndidas oportunidades de concebir composiciones con dos formas en violenta interacción. Giambologna realizó varias versiones de Neso raptando a Deyanira, representados por los ejemplos conservados en diversos museos. Sus seguidores, como Adriaen de Vries y Pietro Tacca, continuaron esculpiendo incontables repeticiones del tema. Cuando Albert-Ernest Carrier-Belleuse abordó la misma composición de formas en el siglo XIX, la tituló Rapto de Hipodamía.

En antiguas vasijas pintadas áticas los centauros eran representados como seres humanos de frente, con el cuerpo y las patas traseras de un caballo sujetos a la espalda. Posteriormente, fueron hombres sólo hasta la cintura. La batalla con los lápitas y la aventura de Heracles con Folo (Apolodoro, ii. 5; Diodoro Sículo, iv. li) son temas favoritos del arte griego.




Muchas leyendas sobre los centauros sostienen que son criaturas muy inconstantes, que miran con frecuencia al cielo para determinar sus destinos. Son grandes astrólogos y muy aficionados a la adivinación.

jueves, 11 de junio de 2009

La pobreza



Son los desheredados de siempre, la chusma que apesta en los ayuntamientos y gobiernos.


Los que no le importan a nadie, y a muy pocos en realidad de quienes decimos que nos importan.


...Tampoco juega un papel central en las páginas de los periódicos, pese a ser una fuente de noticias y reportajes interesante (siempre, siempre hay una historia detrás), y lo que es más importante, social, que es a lo que hemos venido a jugar. Pese a ser la Gran Vía (por seguir con el ejemplo) sede del periódico generalista más leído, del grupo de comunicación más poderoso y del programa de radio más escuchado. Oidos sordos, bocas mudas.


Cuando te acuerdas, te apenas. Al fin y al cabo tú vives bien. Precisamente por eso no te preocupa demasiado y lo sobrellevas. Además, tampoco estás dispuesto a hacer gran cosa para que la situación cambie.
Hipocresía, una vez más Hipócritas.

viernes, 5 de junio de 2009

La última patrulla de Hans Dieminger

La última patrulla de Hans Dieminger

Microrrelatos
Escrito por Microrrelatos eGC
Martes, 26 de Mayo de 2009 20:51

Emoción, frío y el sabor amargo del miedo en la boca… todo aquello debían de sentir aquellos paracaidistas que observaba en la lejanía en su lento descenso. Lo mismo que él había sentido cuando era un simple sargento en Noruega y en Holanda, o como teniente en Creta. Bajó con lentitud los prismáticos y no pudo encogerse de hombros, un tanto teatralmente para que sus hombres lo percibieran Ahora Hans Dieminger, capitán de aquella disminuida compañía del 6º Regimiento de Fallschirmjäger del Teniente Coronel Friedrich Freiherr von der Heyde, los veía en la lontananza bajar del cielo y esas mismas emociones, incluido el frío, a pesar de la calidez de la aquella tarde de Septiembre, se agolpaban en él.

Había recibido orden de patrullar a pie aquella maraña de canales holandeses desde su base hasta Arnhem. Una misión rutinaria para alejarle de un oficial, amigo personal del Göering, al que había golpeado al encontrarlo violando a una niña Holandesa de cabellos rubios.
No es que Hans Dieminger tuviera poco estómago, o no lo hubiera visto antes o…simplemente aquella niña, de apenas 12 años, se parecía a su propia hija, y eso es algo que un padre no puede dejar pasar. Recordaba vivamente sus ojos aún aterrorizados mientras la depositaba en brazos de su padre, un campesino que temblaba de pura rabia e impotencia.
Posiblemente ahora estuviera muerto junto con su hija… o tal vez se hubiera tenido la prudencia de desaparecer, quién sabe, puestos a soñar hasta puede que un día volviera la paz y todos ellos pudieran verlo desde el borde de una buena jarra de cerveza, tal vez, posiblemente, quizás... Eso había ocurrido hacía dos días, el 15 de septiembre de 1944. Pocos horas después un cabreado Teniente Coronel Friedrich Freiherr von der Heyde, estaba a punto de fusilarlo… y no haberlo hecho se debía a una vieja cuenta pendiente. En su breve estancia en Rusia von der Heyde había estado a punto de ser asesinado por una partida de guerrilleros en los pantanos de… (malditos nombres rusos, siempre se le atascaban), y solo el arrojo personal de Dieminger, que había terminado con seis de aquellos rudos partisanos, a uno de ellos matándole a cuchillo en la confusión del combate, le había salvado. Por ello, en vez de fusilarlo de inmediato, algo que a Hans no dejaba de asombrarle, le había dado la oportunidad de desaparecer, después de recordarle que su cuenta quedaba más que saldada y decirle aquello de: “no quiero volverte a ver jamás, ¿entiendes? ¡Jamás!”.
Justo dos horas antes de que Hans se decidiera a poner en práctica aquel “jamás”, los paracas aliados descendían delante de sus narices, interponiéndose en su avance hacia Arnhem. La fatalidad, el destino, que escribiría el añorado Dumas de su juventud en las páginas de El conde de Montecristo… “la puñetera jodienda de esta guerra”, se inclinaba la racional mente de Dieminger.Hans Dieminger miró a sus 39 hombres y supo de inmediato que no los podría abandonar en aquellos momentos.
Los más veteranos, en vez de mirar la bajada de los paracaidistas, estaban comprobando sus armas, recolocando sus granadas y, para que negarlo, musitando oraciones por lo bajo. Los más jóvenes, los había hasta de 15 años, miraban hacia él, como un alumno aplicado que observa a su maestro en clase, esperando esas palabras que darán sentido a su vida. Tan jóvenes la mayoría, y tan pocos. Ojalá algunos de los antiguos camaradas, cuyos huesos descansaban por media Europa, estuvieran allí. No necesitarían palabras de aliento, solo órdenes concretas y el eterno de los paracaidistas: velocidad de piernas y de cabeza.
La profesionalidad cala hondo, y más si se es hijo, nieto, bisnieto y tataranieto de fabricantes de relojes en Colonia, así que ladró las órdenes pertinentes: “Avanzar en orden abierto. Sargento Helmholtz escoja cinco hombres y abra la marcha a unos cien metros, armas de apoyo al centro, fusileros a las alas. Si damos con ellos recuerden: velocidad, agresividad y fuego continuado… acaban de descender y pasarán unas horas hasta que consigan estar organizados del todo… al menos eso espero.””Mirad a ver si la puñetera radio táctica funciona, dad nuestras coordenadas y la línea de avance que seguiremos hacia… el bosquecillo en aquel cruce de caminos” A Hans no le extraño que su teniente le informara que la radio no funcionaba, ya que el mismo se había encargado de ello la última noche… pero hay cosas que hay que decir porque vienen en el manual y no decirlas resultaría sospechoso… Aunque estaba seguro de que si ahora contara a los veteranos su plan de fuga estos se encogerían de hombros y simplemente le preguntarían cómo quería que avanzaran, silenciosos sin fuego de cobertura, o disparando como posesos, convencidos de que su capitán no les abandonaría en aquel momento, como nunca lo había hecho en los últimos cinco años. Hans Dieminger, en el fondo un hombre tierno, se sintió profundamente orgulloso de comandar a aquellos valerosos “fallschirmjäger”, de cabeza al glorioso infierno de la guerra.
A eso de las 18:00 horas del 17 de septiembre, llegaron a las afueras de un bosquecillo al suroeste de Arnhem, en lo que Dieminger empezaba a comprender que debía ser la parte mala del canal. El sargento Helmholtz había ordenado a toda la avanzadilla tumbarse en el suelo, lo que había sido imitado por toda la compañía. Reptando se acercó hasta su posición.- Mi capitán, se ve movimiento en la linde del bosque.- ¿Posibilidades de pillarles por sorpresa?- Más de trescientos metros de terreno despejado… tendrían que estar dormidos, y tratándose de paracaidistas eso es impensable.- Ja… ¿ideas?- Hay una pequeña acequia que corre en perpendicular al bosque. Tal vez arrastrándonos por ella…- Bien, vendrás conmigo, escoge a otros dos, buenos en el cuerpo a cuerpo. Teniente Udo, sitúe a los hombres para fuego de cobertura en lo alto del sendero… pero sin el mortero, puede que necesitemos de él para más tarde. En 15 minutos empiecen fuego de cobertura sobre el ala izquierda, yo les pillaré desde la parte derecha… Cuando observe que estamos atacando cese el fuego y observe los movimientos del enemigo… si dejan las posiciones para reforzar su ala derecha ya sabe: a correr hacia el bosquecillo disparando como locos. Los imprevistos los dejo a su buen juicio Udo.-
Sí mi capitán- corearon al unísono teniente y sargento.Mientras se arrastraban por la acequia los cuatro hombres eran prácticamente invisibles, pues ésta resultó más profunda de lo que el sargento había pensado y tenía una tupida vegetación que les enmascaraba a los ojos de cualquier observador casual. En menos de 10 minutos, todo un record, habían salvado la distancia al bosquecillo, quedando situados en la retaguardia del ala derecha del despliegue enemigo. Habían localizado al menos a cinco soldados, en tres nidos… uno un emplazamiento de ametralladora y los otros dos pozos de tirador. Dividió en silencio los objetivos y miró el reloj… en menos de dos minutos comenzaría el baile… dos minutos eternos en que los cuatro “fallschirmjäger” se concentraron al máximo en sus objetivos, tratando de dejar de lado el recuerdo de sus novias, madres, esposas o hijas… Nada más estresante en la guerra que el esperar.Exacto, como los relojes que fabricaba junto con su padre en Colonia, el fuego de sus hombres de apoyo empezó a caer sobre el ala izquierda del enemigo.
La respuesta no se hizo esperar, el bosquecillo cobró vida en respuesta al ataque. El tableteo de las ametralladoras y el fuego de subfusiles y fusiles de ambos bandos aumento gradualmente, así como las voces que en inglés daban los oficiales británicos Con mirada experta Hans evaluó su intensidad, y calculó que a fin de cuentas no debían de ser más de cincuenta hombres los que allí se encontraban. Dejó que el fuego se prolongara durante un minuto y después avanzó, silencioso y sin titubeos. Sus objetivos estaban ya concentrados en responder al fuego enemigo y, al notar que sobre ellos no caía ninguna atención, se habían envalentonado y se exponían para hacer mejor puntería.
Los alemanes fueron rápidos y eficaces, solo uno de los paracaidistas enemigos, ingleses de la Primera Aerotransportada por sus insignias, llegó a darse cuenta que iba a morir, antes de que el sargento Helmholtz ahogará su grito con la mano izquierda, mientras la derecha le apuñalaba varias veces en el estómago. El inglés murió ahogado en su propia bilis y sangre, a muchos kilómetros de su hogar, demasiado lejos de alguien que llorase por él. El ala derecha de los británicos había desaparecido sin que nadie se apercibiera de ello. Era, para los “fallschirmjäger”, un buen comienzo.
Rápidamente Dieminger reorganizó a sus hombres. El centro del despliegue táctico enemigo quedaba a su alcance. Hizo un gesto inequívoco a las granadas y marcó con la mano el objetivo que cada cual habría de conseguir… Susurrando les recordó: “rapidez, no os detengáis ni dejéis de disparar”. Y sin pensarlo mucho más empezó a correr hacia el enemigo. No os podéis imaginar lo largo que se pueden hacer 20 metros en un bosque donde las armas ladran, y la muerte puede acecharte de mil maneras distintas e imprevistas. Pero, sin duda, aquella era una operación afortunada, porque los ingleses seguían ensimismados en responder al fuego de los hombres del Teniente Udo. Si toda una división Panzer hubiera irrumpido en las líneas británicas no hubiera tenido el mismo efecto que su ataque.
Los ingleses, desorientados por lo súbito de la aparición no pudieron reaccionar. Cuatro pozos de tirador desparecieron bajo las explosiones de otras tantas granadas, y el tableteo de las ametralladoras hizo caer seis paracaidistas antes de que acertaran a comprender que su ala derecha ya no existía. Además, esto como es obvio no lo supieron los alemanes, el oficial al mando de los paras aliados, cayó el segundo… aunque es realmente dudoso que hubiera podido hacer algo para detener el diluvio de muerte y destrucción que se abatió sobre ellos.Por si fuera poco, cumplidor y profesional como el que más, el Teniente Udo descendía del camino a la carrera con el resto de la compañía alemana, gritando y disparando como posesos. Cinco minutos después todo había terminado. Nadie pidió ni recibió clemencia, los paracaidistas no saben de esas cosas. Al precio de tres de sus hombres muertos (dos de ellos imberbes recién llegados y el otro veterano de Creta) y de cinco heridos ligeros, se habían llevado por delante a unos 60 ingleses. Sólo tres de ellos permanecían vivos, aunque heridos, y según su enfermero uno no duraría mucho. Y esto es algo que Hans tendría que arreglar, aún a su disgusto.Mientras sus hombres rebuscaban en los bolsillos de los muertos, sobretodo los veteranos para hacerse con la morfina y la sulfamina, Dieminger se acercó a los prisioneros.
Se alegró de no saber inglés, eso le evitaba tener que dar explicaciones. Con tres rápidos movimientos de su cuchillo todo había terminado, y si a alguien le pareció una medida excesiva se cuidó de protestar. Llevar prisioneros con media Inglaterra cayendo del cielo, con la radio averiada, y entre aquellos canales holandeses no hubiera sido una buena idea, se mirara como se mirara.Sin enterrar a los camaradas caídos, en apenas veinte minutos, los “fallschirmjäger” estaban de nuevo en marcha, cruzando el bosquecillo.
El ánimo no era ni sombrío ni alegre, era… ¿indefinible? La mirada de todos los hombres era peculiar, miraban mucho más allá de lo que se veía en este mundo, y a la vez, en particular los veteranos, no perdían detalle de cuanto acontecía a su alrededor. Un imberbe muchacho de buen nombre Eberhard, natural de Coblenza, donde Mosela y Rin se unen, no cesaba de hablar solo, musitando cada vez más alto una oración. El teniente Udo se acercó a él y tan solo puso su mano sobre el hombre del muchacho, que en breves dejó de hablar y empezó a sollozar bajito, muy bajito. Nadie quiso oírlo, y mucho menos desmerecerlo, no hacía poco su pala de trinchera había abierto en dos la cabeza de otro ser humano, dispuesto a hacer los propio con la suya… algo que aún llamándose Eberhard (algo así como “verraco fuerte”) no debería ni verse ni hacerse con 15 años mal contados. Udo, en un gesto tal vez demasiado cariñoso dadas las circunstancias, le acarició brevemente las mejillas, y poco a poco, el joven se recompuso y serenó. Nadie recriminó, ni de palabra, obra u omisión, al joven. Hans, con el mapa táctico a sus pies, decidió la ruta a seguir y su destino. Visto lo visto, y teniendo en cuenta la hora, tratarían de acercarse lo más posible a Arnhem, ponerse en contacto con tropas amigas, y esperar ordenes. Viendo como se las gastaba la situación Dieminger pensó que el Teniente Coronel Friedrich Freiherr von der Heyde, por muy cabreado que estuviera con él, se olvidaría de su affaire… quien sabe, hasta con un poco de suerte aquellos Diablos Rojos británicos se llevaban por delante al amiguito de Göering, y sus ansias por las niñas rubias de 12 años.
Que la guerra es muy extraña, y lo que hoy parece negro, mañana blanco y viceversa.Al empezar a atardecer llegaron a la linde opuesta. El fuego de artillería, propia por el sonido, se oía a la perfección. Hans Dieminger recordaba que a las afueras de Arnhem dos divisiones Panzer SS, más bien sus restos, “descansaban” esos días. Allí, con sus boinas negras, su parafernalia de banderitas y demás, pero también con sus carros y blindados, pocos sin duda pues para rearmarse deberían de recibirlos por ferrocarril, y ahí la fuerza aérea aliada tenía mucho que decir. Sin embargo con pocos bastaba para poner en un brete a una fuerza de paracaidistas recién lanzados. No pudo evitar estremecerse al pensar en aquellos paras ingleses, armados con material ligero, enfrentándose a tanques, vehículos blindados y artillería autopropulsada…Recordaba como en cierta ocasión, allá en Creta, un miserable tanque británico, un simple Matilda, les había bloqueado totalmente, desalambrando media compañía, hasta que con un arrojo casi temerario uno de los hombres se había colocado detrás del tanque dejándolo fuera de combate con las pocas cargas de demolición que llevaba. ¿Cómo se llamaba aquel tipo? ¿Rudolph? Sí, Rudolph, murió poco después, de manera ciertamente poco espectacular y gallarda. Se despeñó por uno de aquellos caminos de cabras de la isla, partiéndose el cuello… Por cierto, que no le habían dado ni una mala medalla, por lo del tanque claro… Tal vez porque cuando lo de Creta, aquello no dejó de ser una mera anécdota, como los cientos que hubo en aquellos días. Si tuviera una cerveza allí brindaría a la salud de Rudolph, joven héroe del Reich, despeñado honorablemente en Creta. Pero, por mucho tanque o blindado que tuvieran los SS, Hans estaba convencido de que los ingleses lucharían y llegado el caso, morirían con honor, no por ingleses sino porque, a fin de cuentas eran paracas, y el espíritu de cuerpo es algo que se les inculcaba a todos ellos, fueran de la nación que fueran.
No por nada los paracaidistas nacieron para luchar copados.Apenas habían puesto un paso fuera del bosquecillo cuando ocurrió. Las balas trazadoras y las granadas de mortero les llovieron por doquier. Su cerebro fue más rápido que sus ojos, y le ordenó tirarse al suelo. En pocos segundos se dio cuenta de dónde procedían los disparos y ladró una orden. “Desplegaos hacía el flanco izquierdo”. Sus soldados así lo hicieron, a la par que abrían fuego. Tardó poco, apenas dos segundos, en darse cuenta de que había caído en su propia añagaza, cuando surgiendo de la derecha aparecieron varios soldados enemigos a la carrera… Después ya no pudo pensar en nada salvo en matar o ser matado… algo que se le daba francamente bien, casi tanto como el fabricar relojes en Colonia, aunque, sin duda, a su padre, esto le hubiera parecido francamente extraño.Al cabo de 8 intensos minutos, el Teniente O’Brian, reorganizaba a sus hombres. Había sido un duro combate, al menos 19 de sus soldados yacían muertos en el bosque, aquellos malditos “boches” se habían defendido muy bien, a pesar de la sorpresa de la emboscada. Su sargento le indicó que uno de ellos, oficial le parecía, seguía vivo. O’Brian se acercó a él.
Para cuando llegó había muerto ya. Rebuscando en sus bolsillos dio con su cartilla militar… “Capitán Hans Dieminger, Colonia” Se encogió de hombros, no sería él el que llorase por un nazi menos. Sin embargo al abrir la cartera se encontró con la fotografía de una linda niña, de doce o trece años calculó, con una frase escrita con letra claramente infantil, que le recordaba poderosamente a su hija Lucy… Y, no por última vez en su vida, O’Brian se alegró de no saber alemán

jueves, 4 de junio de 2009

El big bang


EL BIG BANG: Durante casi todo el transcurso de la historia de la Física y de la Astronomía modernas no hubo fundamentos adecuados, de observación y teóricos, sobre los cuales construir una historia del Universo primitivo. Desde mediados de la década del ‘60, todo esto ha cambiado. Se ha difundido la aceptación de una teoría sobre el Universo primitivo que los astrónomos suelen llamar “el modelo corriente”. Es muy similar a lo que a veces se denomina la teoría del Big Bang o “Gran explosión”, pero complementada con indicaciones mucho más específicas sobre el contenido del Universo.

Si escuchamos el silbato de un tren que se aleja rápidamente, su silbido nos parecerá más grave que si el tren estuviera quieto. El sonido parece tener una mayor longitud de onda cuando el tren se aleja. Esta situación corresponde al fenómeno señalado primeramente por Johann Doppler en 1842. De la misma manera, la luz de una fuente que se aleja es percibida como si tuviese una longitud mayor: si el color original fuera naranja, la luz se percibiría más rojiza. Esto se llama “corrimiento hacia el rojo” y es una manifestación del efecto Doppler en las ondas luminosas. Ciertos análisis de la luz proveniente de estrellas y galaxias muestran que, en la inmensa mayoría de los casos, hay un corrimiento hacia el rojo. Esto puede explicarse suponiendo un Universo en expansión en el que cada galaxia se aleja de las otras; como si fuese el resultado de algún género de explosión.

A mediados de los años ‘60, A. Penzias y R. Wilson detectaron ondas de radio de longitudes cercanas a los 10 cm (microondas), procedentes del espacio exterior con una particularidad singular. La intensidad de estas señales era la misma independientemente de la dirección en que se situara la antena. Por lo tanto, no podían ser adjudicadas a ninguna estrella, galaxia o cuerpo estelar en particular. Estas microondas parecían llenar todo el espacio y ser equivalentes a la radiación emitida por un cuerpo negro a 3K. Los astrofísicos teóricos comprendieron que esta “radiación cósmica de fondo de microondas” era compatible con la suposición de que en el pasado el Universo era muy denso y caliente.

En el comienzo hubo una explosión. No como las que conocemos en la Tierra, que parten de un centro definido y se expanden hasta abarcar una parte más o menos grande del aire circundante, sino una explosión que se produjo simultáneamente en todas partes, llenando desde el comienzo todo el espacio y en la que cada partícula de materia se alejó rápidamente de toda otra partícula. “Todo el espacio”, en este contexto, puede significar, o bien la totalidad de un Universo infinito, o bien la totalidad de un Universo finito que se curva sobre sí mismo como la superficie de una esfera. Ninguna de estas posibilidades es fácil de comprender, pero esto no debe ser un obstáculo; en el Universo primitivo, importa poco que el espacio sea finito o infinito.

Representacion ilustrada del Big Bang.





Telescopio espacial Hubble (NASA). El corrimiento hacia el rojo en la composición espectral de la luz estelar puede ser interpretado suponiendo que el Universo está en expansión.





Al cabo de un centésimo de segundo aproximadamente, que es el momento más primitivo del que podemos hablar con cierta seguridad, la temperatura fue de unos cien mii millones (1011) de grados centígrados. Se trata de un calor mucho mayor aún que el de la estrella más caliente, tan grande, en verdad, que no pueden mantenerse unidos los componentes de la materia ordinaria: moléculas, átomos, ni siquiera núcleos de átomos. En cambio, la materia separada en esta explosión consistía en diversos tipos de las llamadas partículas elementales, que son el objeto de estudio de la moderna Física nuclear de altas energías.

Las microondas que se detectan con igual intensidad en cualquier dirección en que se apunte la antena, no pueden provenir de un cuerpo celeste en particular. Son propias del conjunto del Universo y hacen suponer que en el pasado éste era denso y caliente.




Un tipo de partícula presente en gran cantidad era el electrón, partícula con carga negativa que fluye por los cables transportadores de corriente eléctrica y constituye las partes exteriores de todos los átomos y moléculas del Universo actual.



Otro tipo de partículas que abundaban en tiempos primitivos era el positrón, partícula de carga positiva que tiene la misma masa que el electrón. En el Universo actual, sólo se encuentran positrones en los laboratorios de altas energías, en algunas especies de radiactividad y en los fenómenos astronómicos violentos, como los rayos cósmicos y las supernovas; pero en el Universo primitivo el número de positrones era casi exactamente igual al número de electrones. Además de los electrones y los positrones, había cantidades similares de diversas clases de neutrinos, fantasmales partículas que carecen de masa y carga eléctrica. Finalmente, el Universo estaba lleno de fotones de luz.



Estas partículas eran generadas continuamente a partir de la energía pura, y después de una corta vida, eran aniquiladas nuevamente. Su número, parlo tanto, no estaba prefijado, sino que lo determinaba el balance entre los procesos de creación y de aniquilamiento.

De este balance, podemos inferir que la densidad de esta “sopa cósmica”, a una temperatura de cien mil millones de grados, era cuatro mil millones (4. 10 a la 9) de veces mayor que la del agua. Hubo también una pequeña contaminación de partículas más pesadas, protones y neutrones, que en el mundo actual son los constituyentes de los núcleos atómicas. Las proporciones eran más o menos de un protón y un neutrón por cada mil millones de electrones, positrones, neutrinos o fotones. A medida que la explosión continuaba, la temperatura fue disminuyendo, hasta llegar a los treinta mil millones (3. 10 a la 10) de grados centígrados después de undécimo de segundo, diez mil millones de grados después de un segundo y tres mil millones de grados después de unos catorce segundos.




Esta temperatura era suficientemente baja como para que los electrones y positrones comenzaran a aniquilarse más rápidamente de lo que podían ser recreados a partir de fotones y los neutrinos. La energía liberada en este aniquilamiento de materia hizo disminuir temporalmente la velocidad a la que se enfriaba el Universo, pero la temperatura continuo disminuyendo, para llegar a los 1000 millones de grados al final de los tres primeros minutos.




Esta temperatura fue entonces suficiente para que los protones y neutrones empezaran a formar núcleos complejos, comenzando con el núcleo del hidrógeno pesado (o deuterio), que consiste en un protón y un neutrón. La densidad era aún bastante elevada (un poco menor que la del agua), de modo que estos núcleos ligeros pudieron unirse rápidamente en el núcleo más estable del helio, que consiste en dos protones y dos neutrones.









Al final de los tres primeros minutos, el Universo contenía principalmente luz, neutrinos y antineutrinos. Había también una pequeña cantidad de material nuclear, formado ahora por un 73 % de hidrógeno y un 27 % de helio, aproximadamente, y por un número igualmente pequeño de electrones que habían quedado de la época del aniquilamiento entre electrones y positrones. Esta materia siguió separándose y se volvió cada vez más fría y menos densa. Mucho más tarde, después de algunos cientos de miles de años, se enfrió lo suficiente como para que los electrones se unieran a los núcleos para formar átomos de hidrógeno y de helio. El gas resultante, bajo la influencia de la gravitación, comenzaría a formar agrupamientos que finalmente se condensarían para constituir las galaxias y las estrellas del Universo actual. Pero los ingredientes con los que empezarían su vida las estrellas serian exactamente los preparados en los tres primeros minutos.
Fuente Consultada:Los tres primeros minutos del Universo. Steven Weinberg (Premio Nobel). Barcelona. Salvat, 1993.